La remoción del tejido necrótico quemado es un paso fundamental en el tratamiento de las quemaduras de espesor parcial y las de espesor total.1
El objetivo de este procedimiento es:1
– promover la cicatrización de la herida,
– reducir la colonización bacteriana y la infección
– lograr el acondicionamiento óptimo del lecho de la herida y
– prevenir de ese modo la aparición de cicatrices devastadoras.
El método convencional de desbridamiento, introducido hace ya cincuenta años, es el quirúrgico mediante bisturí. El desbridamiento enzimático para las heridas por quemaduras es una alternativa atractiva surgida durante las últimas décadas.1,2
Los agentes desbridantes enzimáticos actúan mediante enzimas provenientes de distintas fuentes. Se utilizan en quemaduras de espesor parcial para facilitar la remoción de coágulos, pseudoescaras y otros detritus. La colagenasa deriva de la fermentación de la bacteria Clostridium histolyticum y promueve el desbridamiento lento de heridas por quemaduras de espesor parcial, tan eficaz y menos doloroso que otras enzimas derivadas de cítricos.3
La colagenasa actúa descomponiendo la molécula de colágeno desnaturalizado que está presente en el tejido quemado. Luego, los productos resultantes de la degradación pueden ser eliminados mecánicamente del lecho de la herida con el objeto de acelerar aun más el desbridamiento y promover la cicatrización de la herida.2
Diversos estudios han demostrado que los desbridantes enzimáticos tópicos disminuyen la necesidad de intervenciones quirúrgicas en las quemaduras de espesor parcial.3
Los preparados tópicos con colagenasa son considerados una herramienta muy útil en el tratamiento de las quemaduras dado que son seguros, sencillos de usar y confiables.4
Bibliografía